Vanessa Habla: Un álbum nacido de la inteligencia artificial (y del corazón) — The knightm: IAlbum
¿Y si el futuro de la música ya estuviera aquí…
y tuviera nombre de guerrero?
Hoy no vengo a hablarte de un disco más.
Vengo a presentarte una experiencia experimental,
una apuesta radical que me dejó sin palabras:
“The knightm: IAlbum”, el nuevo proyecto musical de Superdavitm,
creado íntegramente por inteligencia artificial.
Sí.
Lo has leído bien.
Este no es solo un álbum.
Es un manifiesto sonoro.
Una conversación entre creatividad humana y tecnología avanzada.
40 canciones (sí, cuarenta),
entre temas cantados, instrumentales, emocionales, provocadores…
con títulos que ya son parte de su identidad mutante:
“Horchata Through My Veins”,
“Noentiendo Adicción”,
“Taxista Terrorista”,
“Me Presento Pa Presidente”,
“Before the Army”…
Cada pista fue generada utilizando modelos de voz y composición IA, desde plataformas como Suno y Weights, con un tratamiento que logra un sonido auténtico, pero también… profundamente inquietante.
Y ahí está el punto:
no suena como lo de siempre.
Porque no es lo de siempre.
La estructura del álbum no busca complacer.
Busca explorar.
Rompe con la linealidad y juega con el ritmo emocional:
dos temas vocales, uno instrumental.
Como si respiraras, como si pensaras, como si estuvieras en medio de una película sin final previsible.
Visualmente, la portada es puro statement:
un cyborg tocando un teclado, con rostro humano y ojos azules, en una escena retrofuturista sin logotipos ni filtros.
Porque esta obra no necesita etiquetas.
Se basta sola.
El álbum ya ha sido subido a todas las plataformas vía TuneCore y llegará pronto a Spotify, Apple Music, Amazon Music, Deezer, YouTube Music, y muchas más.
Y yo no puedo evitar hacerme una pregunta:
¿Estamos ante el nacimiento de un nuevo género?
¿Un nuevo paradigma creativo donde el artista dirige… y la máquina ejecuta?
Lo que sí sé es que The knightm: IAlbum no se escucha de fondo.
Se escucha con los cinco sentidos (y el sexto, si lo tienes despierto).
Prepárate.
Lo experimental ya no es raro.
Es el nuevo real.